Este es un post que lleva mucho en mi cabeza, y después de pasar por varios procesos de selección de personal, me gustaría compartir mi experiencia, y algunas de las reflexiones asociadas con estos procesos.
A raíz de los últimos dos procesos en los que me he visto, quiero compartir las experiencias asociadas, y sobretodo, los sentimientos por los que he pasado en ellos.

Llevo unos meses buscando una nueva oportunidad como SEM Specialist, en cualquier parte de España, actualmente vivo en Madrid, pero la posibilidad de trasladarme no ha sido para mí ningún problema.

Lo que menos me gusta de algunos de los procesos en los que he estado peleando por ser el candidato seleccionado para el trabajo ha sido:

  • Falta de información y feedback: uno de los problemas que más se producen y más fácil sería de resolver, la escasez de información acerca de la evolución del proceso de selección, una vez que has finalizado la entrevista, el responsable de recursos humanos, o la persona que te ha realizado la entrevista, te comenta los plazos o la planificación que tienen, pero tristemente, no suele cumplirse, y al final, el candidato queda esperando una respuesta, o bien positiva o negativa.
  • Mentiras continuadas: me refiero a que a veces las condiciones del trabajo cambian de la primera entrevista a la segunda, a qué preguntan por tu banda salarial pero luego lo tienen poco en cuenta para las condiciones finales en la contratación, …
  • No cumplir con los plazos: los plazos son complicados de determinar, y más en las empresas, donde las decisiones se toman a veces muy rápido, pero es fundamental cumplir los plazos, y más los que se dicen al candidato, ya que sino es mejor no decirle nada, y no dejarle con la sensación de incertidumbre, o de que no le han seleccionado.
  • Estirar los plazos de forma poco comprensible: en algunos procesos de selección, no es de extrañar encontrar procesos de empleo que se demoran tres o cuatro meses, e incluso más, sobre todo, cuando son trabajos para instituciones públicas, organizaciones no gubernamentales o multinacionales, con la pérdida de motivación para el candidato, y la posibilidad de encontrar otro trabajo antes de que se cierre dicho proceso.
  • Poca o nula empatía con los candidatos: normalmente se tiene poca empatía con los candidatos que se tiene enfrente, tratándoles de forma irrespetuosa en algunos casos, no teniendo en cuenta sus emociones, o haciendo preguntas sobre la vida privada que nada tienen que ver con las características del puesto a cubrir, o la valía del propio candidato.
  • Personal encargado de las entrevistas: en muchas ocasiones, los profesionales que realizan las entrevistas no son profesionales de recursos humanos, y ahí se pueden encontrar deficiencias y problemas, tanto en las preguntas que te realizan, los valores que los definen, como en la profesionalidad del tratamiento de los candidatos, y del proceso de selección en su conjunto.
  • Requerimientos exagerados: que te hagan una pequeña prueba para conocer y comprobar tus conocimientos me parece adecuado, pero que algunas de las pruebas que te envíen duren unas 3 o 4 horas, me parece un completo sinsentido, al final, parece que estás ante un examen oficial, cuando lo que se debería comprobar es que lo que has dicho en la entrevista es cierto, para así facilitar la decisión del seleccionador.
  • Falta de transparencia: han sido ya varios los responsables de ecommerce que me han preguntado por los presupuestos que he manejado hasta ahora, aspecto que me parece necesario y respetable. Sin embargo, hasta ahora, ninguno me ha dicho el presupuesto que tendría que manejar si entro a trabajar en la empresa, y por lo tanto, que te sirva para hacerte una idea de sus necesidades, o de si te interesa realmente el puesto de trabajo.
  • Racanear con el sueldo: que te pregunten sobre el sueldo o la banda salarial en la que te mueves, me parece correcto y adecuado, pero en algunos casos, si es para intentar bajar esas pretensiones económicas, o es para buscar handicaps en tu CV con el que justificar un sueldo ajustado, no me parece correcto; al final, lo que se consigue con esto, es que el candidato vaya a exigir un sueldo mucho más alto de lo que el pediría, porque sabe que se lo van a bajar o ajustar con posterioridad, si pasa a la siguiente fase. Creo que lo más adecuado por parte del profesional de recursos humanos que realiza la entrevista es expresar desde el principio el sueldo estimado para el puesto, y después hablar de si existe la posibilidad de que haya una parte variable, u otro tipo de complementos, que pueden ser atractivos para el candidato.
  • Preguntas sobre tu intimidad: las preguntas sobre la intimidad es otro de los ámbitos en las entrevistas que menos me agradan, porque no te deberían preguntar por si tienes pareja, o hijos, ya que no debería ser relevante para tu trabajo diario; sin embargo, se ha convertido en habitual que lo hagan, y si te justificas diciendo que esas preguntas pertenecen a tu esfera de privacidad, estás haciéndote un flaco favor, ya que evidentemente no les gustará nada. Lo que recomiendo es ser sincero, y tratar de responder con la realidad, a menos que nuestra actual situación suponga un handicap muy grande para el trabajo en cuestión.
En conclusión, muchas son las anécdotas o malos momentos que se viven en el proceso de búsqueda de empleo, pero es necesario que se profesionalice, aún más, el reclutamiento, que se tenga más en cuenta las necesidades de los candidatos, que se cumpla con todo lo que se promete en la entrevista, y que se cumplan con los plazos previstos.


¿Qué anécdotas has vivido en entrevistas de empleo?


¿Cuál ha sido tu mejor entrevista y por qué la recuerdas así?


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